Huellas en Quisqueya
Huellas en Quisqueya (Escrito en Prosa)
Se sentía el verdor del bosque que limpiaba el aire, que absorbía cada habitante en la isla escondida mientras el perfume de las violetas, claveles y jazmines daban su aroma a los amaneceres, donde se envolvía desde el más calido de los espíritus que poblaba a la adorada y hermosa Isla de Quisqueya.
En la adorada Quisqueya el sol se deleitaba bañado con la inocencia de los más hermosos cuerpos femeninos que podían existir solamente en un lugar como este, escondido en medio del mundo, pero muy escondido.
En la ¡Hermosa Quisqueya¡ sus doncellas eran de color radiante se confundían con el oro, bañado de canela, cubierto del negro de la noche desposeída de la luna y las estrellas, encallado en las cabezas vestidas de largas cabelleras, que adornaban desde la cabeza hasta la cintura a las hermosas doncellas que habitaban en Quisqueya.
En Quisqueya se respiraba, un aire que rompía los esquemas, se absorbía limpio y puro, mientras acariciaba cada hoja, cada mata de hierba que enverdecía el suelo, ¡El suelo que Dios le dio a la adorada Quisqueya!
Quisqueya, patria de hombres valientes, llenos de heroísmo y respeto que prefirieron partir a un viaje sin regreso antes de ver su honor pisoteado por un aventurero que se sorprendió y “tierra” grito al llegar a una isla donde tanta hermosura lo confundió.
Su nombre en la historia queda, pero Quisqueya enmudeció… porque estos navegantes como bandidos que azotan, en medio de la noche le quitaron a Quisqueya sus amaneceres, sus atardeceres, su virginidad y su colorido angelical, maltrataron sus gentes en busca de oro y placeres destruyendo aquello tan valioso que hoy se busca en el pasado, pero solo esta el amargo recuerdo quedando violada y con las puertas abiertas la más hermosa, la más pura, la más amorosa, la más clara, la más lluviosa, la más atrayente, la más milagrosa, hoy pérdida en los escombros de nuestra historia.
Quisqueya Isla de hombres buenos llenos de inocencia pisoteada por el descubrimiento y sus gentes dolor de cabeza del navegante de los mares que sembró sus huellas cuando tierra piso marcando la destrucción de la hermosa e inigualable Quisqueya.
Aquellos dizques descubridores, de una forma desmedida rompieron la armonía que existía y la magia que envolvía el lugar más hermoso que sus ojos habían visto, que sus manos habían tocado, que sus pies habían pisado, lleno de verdor valles y llanuras, bosques, ríos y lomas, oro y piedras preciosas, doncellas que andaban con sus cuerpos virginales en medio de la naturaleza.
Hermosa Quisqueya, Hermosa doncella ¿Cuántos hombres cubrieron tu cuerpo?, ¿Cuántos te llenaron de sus deseos?, ¿Cuántos vaciaron en tu vientre el elixir que procrea la vida?, ¿Cuál de ellos te preño con la simiente de vida? Si todos te tuvieron, ¿Cuál será el padre de tus hijos? hermosa y adorada Quisqueya ¿De que color será la piel de tus hijos? si te han violaron negros africanos, franceses, ingleses, españoles y portugueses ¿Y quien sabe quienes más?, ¿A quien le podrá exigir la paternidad?, ¿Cual o quien será el padre?, ¿Quién se hará responsable de tu fruto? ¿Qué les dirás a tus hijos, hermosa Quisqueya? Para que estos no te consideren una vil prostituta, que tiene un hijo de cada hombre que te violo buscando placeres.
Adorada Quisqueya, te violaron tantos hombres que te engendraron a un hijo de color blanco con las orejas negras, ojos verdes azulosos, cabello negro, labios carnosos, estatura promedia, pies grandes, manos pequeñas, cabeza grande, rostro fino y alargado, nariz grande un poco ancha, al parecer tus hijos no son de ninguna raza y son parte de todas.
¡OH! Preciada Quisqueya, que hicieron contigo ¿Dónde quedo tu raza pura? se quedo entre los hombres valientes, que prefirieron morir de ira antes de convertirse en esclavos y ser maltratados por hombres sin sentimiento humano, sus hijos prefirieron morir, antes de ser explotados de sol a sol por la codicia y la ambición de hombres inescrupulosos de almas enfermas, de corazones llenos de odio en busca de riquezas.
Adorada y amada Quisqueya, esos navegantes e invasores dejaron en ti sus imborrables huellas, dejando como fruto una raza que no puede pasar por desapercibida por sus características diversas y a la vez llamativas. Quisqueya ¿Dónde se quedaron los rasgos que identificaron tu raza, adorada y hermosa Quisqueya? Talvez están escondidos en una raza tricolor fruto de la violación Y la mezcla desmedida de blancos negros mulatos entre otros.
¿Que sucedió con tus ríos hermosa Quisqueya? perdieron su alegría al junto de las caricias de cuerpos vírgenes que desnudos se entretejían con el verdor de los árboles que servían de linderos en las hermosas y transparentes chorreras que llenaban los charcos de agua pura limpia y cristalina.
Estos ríos fueron contaminados por el deseo de violadores e invasores sin principios que destruyeron la privacidad de verdaderos seres humanos civilizados y a la vez ingenuos que tenían sus corazones lleno de amor y sentimientos agradables vinculados a una diversión sana y recreativa que vivían en equilibrio con la madre naturaleza.
Quisqueya ejemplo de convivencia, hermandad, trabajo en equipo, fe y altruismo, aquellos que se llamaron descubridores, la pisotearon y la contaminaron sembraron en ella la mala hierba, cizaña y maltrato, un régimen de esclavitud tras ser deslumbrado por el oro y las riquezas que escondía la preciada Quisqueya.
Tus hombres murieron, tu raza pura murió antes de ser esclavos de aquellos invasores que solo buscaban placeres y no tenían escrúpulos, hombres calificados de escorias prisioneros de las cárceles en esa época.
Quisqueya Tu pureza se fue con la primavera dejando hojas secas caídas en el suelo que pudrieron con el roció de una mañana soleada de ti solo quedan recuerdos fruto de la pluma del navegante que en su diario plasmo tanta belleza.
En tu recuerdo Hermosa Quisqueya, de una hermosura isla concebida por los dioses, Isla habitada de unas gentes que parecían ángeles que Vivian como mariposas posándose en los laureles perfumándose con las rosas, de corazones geniales de espíritus creadores que plasmaron en rocas y cemies la inocencia y la pureza de sus corazones dejando encadenados los principios de naturaleza y espiritualidad, sus espíritus volaron como pajarillo entretejido en el silbido y verdor de los lirios.
Quisqueya ¿Dónde estará tu hermosa raza? Talvez están en el firmamento sirviendo de lumbreras por las noches o talvez algunos lograron dominar el espacio tridimensional y escaparon a otro lugar. No cabe duda que tus primeros hijos eran una valiente raza eran genios de la supervivencia.
Eran protectores de la fauna y la flora eran rayos que se levantaban con el sol en cada amanecer, en ellos se reflejaba la imagen del jardín del edén.
Tus hijos formaban una raza pura oculta en el centro del mundo que el creador tenía guardada para la humanidad, eran símbolo de alegría felicidad, paz y libertad. Como tributo de su alma que era limpia y pura hoy recordamos a verdaderos seres especiales que después de aquí talvez en el firmamento iban a morar en el seno de Dios iban a reinar.
Hermosa Quisqueya despertadora del amor y el deseo de los pueblos antiguos isla de romance, amores y atardeceres, lugar de parques naturales fuentes de agua limpias de cascadas y arroyos de lluvias frías sombras y soles de ceremonias y areitos de alegría y anocheceres.
Hermosa Quisqueya te desaparecieron hoy queda el triste recuerdo de lo que fuiste tu y tu raza que fueron partiendo con cada uno que partía hacia el INFINITO se fue hiendo un pedazo de ti hermosa y preciada Quisqueya.
Los mares enloquecieron al navegante el azul del mar y sus olas hicieron que se perdiera el rumbo de sus sentidos y creyendo que piso india a los habitantes lo llamo indios pero realmente debió llamarlos dioses o Ángeles que se regían por leyes y principios naturales ellos fueron los descubridores del fuego en la hermosa Quisqueya eran casi perfectos de conocimiento verdadero eran el ejemplo del edén de Dios ubicado en el centro del planeta tierra nadie ha descubierto su verdadera historia.
Hermosos habitantes de Quisqueya solo quedaron como recuerdo y constancia de su existencia sus obras que hablan por ustedes y su alegría marchitada por los invasores se fue con el viento que presto sus alas como gaviota para que partieran al más alto de los cielos.
¡OH! Adorada Quisqueya mi espíritu es parte de tus gentes vivo el silencio en medio del tiempo pero te recuerdo cuando siento el frescor de tus montañas Los cantares de los verdores que hoy dan vida a mis recuerdos oculto entre lo que hay, hoy lugares desiertos montones de escombros fruto de veranos extensos.
Hoy eres madre de dos republicas de cultura dizque diferentes siendo talvez la única isla en el mundo que no posee una autentica raza sino que eres mezcla entre razas que te han convertido en cuna de malhechores de políticos corruptos de ricos destructores de la ecología y la naturaleza en todas sus manifestaciones, población de víboras explotadores de pobres vendedores de sueños y falsas promesas ilustradores de falsos destinos masacradores de hombres honestos.
Amada Quisqueya hoy eres morada de hombres malos cementerio de hombres vivos de ti se esfumo aquel rostro de alegría y paz Hoy es de llanto porque como madre te han destruido acabaron contigo vilmente asesinaron tus primeros hijos destruyendo tus raíces dejando un porvenir incierto donde habitan verdaderos buitres alacranes y estrategas por montones que diseñan estrategias para engañar a los pobres.
Al pensar en ti hermosa Quisqueya mi cuerpo revive el azote a tu pueblo mis ojos se llenan de llantos mi espíritu siente el anhelo de compartir con esa raza pura que fueron mis gentes, que se extinguieron uno a uno por su nivel de conciencia se llevaron sus alegrías Plasmada en un rostro risueño vestido de paz en su interior.
Quisqueya solo basta cerrar mis ojos y descubro que estoy marcado don el recuerdo de aquellos monstruos blancos y negros que solo buscaban las riquezas y el oro en mí adorada Quisqueya.
¡OH! Quisqueya aun existe en el pensamiento y en la historia de hombres buenos que tienen el anhelo de verte hermosa como era ellos viven en el sufrimiento de ver aquello que fue, Pero no es, en sus sueños sienten la pureza de hombres divinos sin preocupaciones que trabajaban en equipo haciendo realidad un sueño donde la unidad reinaba entre todos los miembros esto es un ejemplo para las generaciones futuras vivir en equilibrio con la naturaleza Como los que habitaron Quisqueya esto es anhelo volver a tener a la adorada amada y preciada Quisqueya.
Al cerrar mis ojos me imagino en el recuerdo de una lejana infancia, acaricio en mi pensamiento nadar y correr en las hermosas playas de la perdida y hermosa Quisqueya. Me remonto en su época y siento mis andanzas descubierto en cuerpo y alma disfruto y río de las fiestas hasta ver la luna acostarse y veo la llegada aquel día de sol cuando el navegante nuestra tierra piso acompañados de sus gentes que como huracán con sus sofisticadas armas De la época marcaron la destrucción, de la vida de seres indefensos.
Adorada Quisqueya como manadas entraron en tu tierra hombres blancos y negros y sembraron el cáncer en la adorada Quisqueya abusaron de nuestras mujeres en el pasado se siente su desagradable olor y mal aliento cientos de cuerpos que caen en tierra heridos de muerte siendo el suelo su sepultura Terminando la historia así se fue yendo la hermosa Quisqueya abrigando en su pecho a cada hijo con su cuerpo bañado de sangre atacados por hombres Que actuaron como animales se fueron en medio del dolor resignados con una breve petición al creador “perdonadlo que no saben lo que hacen”.
Fin
Autor
Laicram Odasor /Marcial Figuereo Rosado